Documental Seis Minutos

miércoles, 27 de enero de 2016

Satisfacción laboral de los médicos de familia españoles


Tras leer un excelente post de Sergio Minué sobre la felicidad de los médicos generales holandeses en su blog "El Gerente de Mediado", no puedo sino lamentarme sobre el nivel de satisfacción laboral de los médicos de familia en España.  Razones para el optimismo: pocas.


Por supuesto, mi opinión no pretende ser un reflejo fiel de la de mis colegas. No he realizado, al respecto, ningún estudio. Sólo me limitaré a aportar algunas razones que pueden explicar, a mi juicio, el estado actual de la situación.

La situación de desgaste entre los médicos de familia no es reciente. En un artículo publicado en la revista Atención Primaria en el año 2005 ya se aportaban datos de cansancio emocional y despersonalización en cerca de un tercio de los profesionales. Otros estudios aportaban, incluso, datos más preocupantes, con unas cifras de cansancio emocional elevado de un 53 %.

El paso de los años no creo, desde luego, que se haya asociado a una mejora de la satisfacción con las condiciones de trabajo. Al respecto, creo que habría que distinguir entre el sentimiento de orgullo con la labor que uno ejerce y el sentimiento generado por las condiciones de trabajo en las que uno ejerce.

A mi entender, hay elementos esenciales que me generan una enorme duda sobre las posibilidades de un desarrollo y ejercicio profesional satisfactorio:
  1. Inexistencia de una política de recursos humanos eficiente y flexible. El éxito de un equipo de atención primaria en nuestro país viene dado, esencialmente, porque el azar quiera que haya una masa crítica de profesionales bien preparados y afines. 
  2. Las condiciones de trabajo en nuestro país son bastante lamentables. Aunque hay elementos positivos con respecto a otros sistemas de salud como es el trabajo coordinado medicina de familia/enfermería en torno a un cupo, el volumen de trabajo concentrado en poco tiempo, con un  promedio de pacientes por minutos demencial, hace que el trabajo genere un alto nivel de agotamiento psíquico.
  3. Falta de una verdadera carrera profesional Lo que existe en este país es un insulto a la inteligencia. 
  4. Ausencia de una política salarial flexible y justa. El "café para todos" sigue predominando. En esto también pienso que nos diferenciamos muchos de la mayoría de nuestros colegas europeos.  
  5. Ausencia de una verdadera capacidad razonable de autogestión.
  6. Desunión de las sociedades científicas (SSCC) que defienden los intereses de los médicos de familia. Este es un elemento clave que explica la situación.

En relación con las posibilidad de que las Unidades de Gestión Clínica (me refiero a Andalucía, ámbito que es el que conozco) sean un fórmula de gestión adecuada, no hay más que conocer los datos de la encuesta realizada por el Colegio de Médicos de Sevilla. Sólo uno de cada cinco médicos consideraba que eran eficaces. En este sentido, creo que un elemento esencial es el hecho de que el 75 % de los médicos considera que la autonomía de gestión es poca o nula. 

Sobre la desunión de las tres SSCC, un interesante post de Julio Zarco resume la situación actual. Discrepo, eso sí, cuando afirma que componentes de una de ellas, infiltran a la administración sanitaria central y autonómica. Yo diría que es al revés o puede que las dos situaciones se den de forma simultánea. Estamos totalmente infiltrados. Introduciría aquí el componente, tan de moda en la política, de las "puertas giratorias". Me parece lamentable y extremadamente perjudicial la facilidad con la que bastantes médicos y enfermeros de familia pasan de la asistencia a la gestión y viceversa. Por supuesto, cuando están "arriba", no pocos suelen olvidarse de donde proceden y actúan como meras correas de transmisión. 

Para concluir, creo que la solución debería, inexorablemente, pasar por fórmulas de gestión que propiciaran una verdadera autogestión de los equipos. Al respecto, en un artículo publicado por residentes de medicina de familia que tuvieron la oportunidad de realizar una estancia formativa en el National Health Service del Reino Unido en el año 2010, se concluye con una frase muy elocuente: "Y finalmente, ¿estamos los médicos españoles preparados para que se nos trate como verdaderos profesionales con la co-responsabilidad que eso conlleva?"

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